Sé que estáis ahí, percibo vuestra presencia. Sé que tenéis miedo. Nos teméis a nosotros. Teméis el cambio. Yo no conozco el futuro. No he venido para deciros como acabará todo esto… al contrario. He venido a deciros como va a comenzar. Voy a colgar el teléfono y luego voy a enseñarles a todos lo que vosotros no queréis que vean. Les enseñaré un mundo… sin vosotros. Un mundo sin reglas y sin controles; sin límites ni fronteras; un mundo donde cualquier cosa sea posible. Lo que hagamos después es una decisión que dejo en vuestras manos…"  —  (The Matrix, monólogo final de Neo)

Ante la proximidad del 29 de abril  —día de votación de la primera vuelta de las elecciones a Rector— me he permitido reflexionar un momento en lo que diría a cada universitario si pudiera descolgar el teléfono y hablar con todos ellos al mismo tiempo. Supongo que la mezcla de sentimientos encontrados, entre la esperanza de que finalmente tengamos la oportunidad de modernizar la gestión universitaria y la tensión generada por las incomprensibles presiones para que agache la cabeza y mantenga un perfil bajo en lo que queda de proceso electoral, me han recordado esa cita extraída del final de la película The Matrix.

Por fortuna, a diferencia de lo que pasa en la película, en la ULL hay muchos Neo. Una inmensa mayoría de nosotros sabemos que existe una manera mejor de hacer las cosas. Una forma diferente a lo que esta institución ha conocido hasta ahora. Muchos somos conscientes de que las reglas han cambiado y que lo que ha venido funcionando en la universidad en las últimas décadas ya no nos sirve. Ahora debemos funcionar de cara a la sociedad, aunando el esfuerzo y el talento de todos los universitarios para conseguir la universidad que Canarias nos demanda. Ahora tenemos que dejar de lado los grupos y las facciones; reconociendo el mérito y el trabajo de los que nos rodean, independientemente de las simpatías de cada cual.

Por ejemplo, yo reconozco que a mí este vídeo de un compañero que apoya a otro candidato me encanta. Plantea cuestiones sobre las que nosotros hemos construido los compromisos de la candidatura Capafons2015. Entonces ¿por qué no admitirlo y construir sobre lo que tenemos en común el diálogo?, aunque después discrepemos en que en su entorno no tienen a las personas adecuadas para cumplir con estos compromisos.

Sin duda es tiempo de cambio. Tiempo de que se acabe el "¿qué hay de lo mío?", para empezar a pensar en la institución de la que todos  —estudiantes, profesorado, PAS y la sociedad que nos observa, nos sostiene y a quién nos debemos—  formamos parte.

Obviamente, todo cambio genera miedo. Miedo a si no sale bien, a fracasar en el intento y a los que no quieren que las cosas cambien. Pero lo que sí que tenemos que tener algo claro es que no podemos perder los próximos cuatro años. Necesitamos comenzar hoy a construir la universidad de mañana. Por eso te animo a que el 29 de abril votes por las personas, votes por el cambio que propone la candidatura de Juan Capafons.